
Este mes de junio, con la colecta extraordinaria de verano ponemos en marcha una iniciativa que nos ayudará a seguir tomando conciencia de la necesidad de contribuir al sostenimiento económico de nuestra Iglesia.
Hoy día no paramos de hablar de cómo las nuevas tecnologías están cambiando, cada vez más, nuestros hábitos de vida. En la mayoría de las cosas para bien, en otras, en cambio, no tanto; pero lo cierto es que no podemos renunciar a ellas y, por lo tanto, hemos de incorporarlas a nuestro día a día de manera proporcionada y en la medida en que respondan a una necesidad real; sin olvidar que todos estos cambios deberían venir acompañados de una debida educación.
Era impensable, hace unos años, que fuésemos a pagar con nuestro teléfono móvil un café o una barra de pan; y, sin embargo, no solo lo hacemos a diario, sino que nuestros jóvenes ya no conciben la vida con dinero metálico en el bolsillo, al contrario, con una tarjeta bancaria a mano. Según cuentan los padres, sus hijos “ya no les piden dinero, sino un bizum y lo pagan todo con su tarjeta…”. A esta modalidad de pago también nos hemos acostumbrado los menos jóvenes.
Desde el “púlpito” observamos semanalmente a una esperanzadora asamblea llena de jóvenes y, pensando en todo lo anterior, intuimos que estamos asistiendo a una generación que está creciendo ajena al cumplimiento del mandamiento de la Santa Madre Iglesia: Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. No porque no quieran hacerlo, sino porque no tenemos monedas en el bolsillo. Con el paso de los años, estas mentes jóvenes, y menos jóvenes, llegarán a la conclusión de que la Iglesia se mantiene sola o gracias a algunas personas ricas que cubren todos los gastos, y nada más lejos de la realidad. Asistiremos a un empobrecimiento material por falta de haber sido educados en atender la necesidad de sostener económicamente nuestra Iglesia.
De esta reflexión y del debate en el seno del Consejo de Economía Parroquial ha nacido la iniciativa de instalar en nuestro templo un atril con TPV contactless para hacer donativos. Así, “NO LLEVAR EFECTIVO no será un impedimento para SER EFECTIVOS”. Desde ahora, todos tendremos la posibilidad de ofrecer nuestro donativo pulsando un botón que marca la cantidad y acercando nuestra tarjeta bancaria. Aunque novedoso para nosotros, se trata de un producto bancario que lleva ya años en el mercado. Funciona exactamente igual que los TPV que diariamente usamos en cualquier comercio y, por lo tanto, igualmente fiable y seguro.
La implantación de esta nueva modalidad de donativos se hará coincidir con la colecta extraordinaria de verano que siempre hacemos en el mes de junio. Con esta colecta intentamos paliar el déficit de ingresos que se produce en los meses de julio y agosto, que para este año se acercará a los 5.000 € y que, como en años anteriores, confiamos que se cubra gracias a la más que probada generosidad de los fieles.
Esta es la efectividad que pretendemos que tenga esta modalidad de donativos: que repercuta en un incremento de ingresos que nos ayuden atender con solvencia la devolución del préstamo con el que financiamos la construcción de nuestro complejo parroquial. Como todos los miembros de nuestra parroquia saben, el préstamo al que accedimos en 2012 fue de 2 millones de euros y aún nos quedan por amortizar 441.000 euros y cuya cancelación está prevista para diciembre de 2028, 38 meses antes de lo previsto inicialmente.